1. INTRODUCCIÓN
Veremos la importancia de este oficio y la
dificultad del mismo. Claro está y lo veremos con ejemplos de vidas
reales, que no todos los profesores desempeñan su oficio de la misma
manera, con las mismas ganas, y sobre todo y por encima de todo, con
la misma vocación. Hago un inciso para aclarar esto de la vocación.
Mi opinión sobre la vocación por ser profesor la entiendo de manera
un poco distinta a muchas personas. Se habla de las persona con
vocación para desempeñar este oficio a las personas que desde
temprana edad, tienen el objetivo de llegar a una clase y enseñar y
enseñar a los alumnos todo tipo conocimientos. Pero en mi opinión,
tener vocación para ser maestro significa mucho más que enseñar.
Significa el querer conocer a tus alumnos y ser cercanos a ellos,
significa el querer mejorar cada año tus métodos de enseñanza para
intentar ser mejor maestro cada año, significa el sacrificarte por
tus alumnos y dedicarle las horas que hagan falta, y lo más
importante, significa que debes de ser capaz de que tus alumnos
aprendan, y que aprendan todos, tanto el que más dificultad tenga
como el que menos. Con este breve apartado he querido dejar claro que
pienso que querer solo enseñar no es equivalente a querer ser
maestro, ya que esta palabra es mucho más que eso.
Retomando lo anterior, los ejemplos reales que
veremos son casos en los que mostramos el amplio abanico de los
profesores que optan por un camino o por otro. Métodos que aunque
lleven años y años repitiéndolos, no son los mejores para sus
alumnos. Como he aclarado antes, un maestro debe de tener esa
competencia por mejorar sus métodos de enseñanza, y no estancarse
toda la vida desempeñando su función de la misma manera y con la
mínima ilusión ya que siempre es lo mismo.
A partir de este artículo seremos capaces de saber
algo más sobre este oficio y la dificultad que conlleva alguna
veces. Estaremos acostumbrados a ver el patrón general de profesor
que hemos tenido la mayoría a lo largo de toda nuestra larga vida en
la escuela. En cambio ahora, nos hemos dado cuenta de que esos
patrones se acaban rompiendo y que tener como referencia determinados
profesores no es del todo correcto aunque anteriormente pensáramos
que era lo normal y por tanto, era lo mejor.
El objetivo de este capítulo es simplemente saber
de la mejor manera posible lo que hay en la actualidad, la educación
que los alumnos siguen recibiendo por parte de los profesores y que
la mayoría de personas no tienen la oportunidad de estar al tanto de
ello. Con los tipos de profesores que veremos y las distintas
situaciones que se mostrarán en este apartado reservado para los
profesores intentaremos de la mejor manera posible, elaborar lo que
debería de ser “el profesor ideal”. Partiendo de la idea de que
siempre se puede mejorar y que hasta el mejor jugador de fútbol, el
mejor escritor o el mejor músico siempre podrán mejorar si desde un
primer momento son ellos mismos los que se lo proponen como objetivo.
Para mayor comprensión de lo que quiero expresar en
cada punto y en cada tema que trate, haré referencia y citaré
distintas frases tanto de compañeros como propias para poder
argumentarme en todo lo que exprese y defender una postura u otra. De
este modo intentaré reflejar de la mejor manera posible este tema
opinando sobre los distintos profesores que han pasado por nuestras
vidas.
2. NUESTRAS HISTORIAS CON LOS PROFESORES
Para recordar después de un tiempo si un profesor
ha influido tanto para bien como para mal en un alumno hay que ver si
el profesor le ha marcado a este o no.
-“No es que recuerde a muchos profesores la
verdad”.
-“Los profesores que me han ayudado por mi paso en
la escuela son los pocos que recuerdo”.
-“La recuerdo bien porque ella me ayudaba a seguir
adelante con la asignatura”.
Los profesores que nos han marcado en nuestra vida
son los que realmente recordamos posteriormente, pero claro está que
para mejor recuerdo, es mejor que la experiencia con ese profesor
haya sido lo más buena y agradable posible. También recordamos a
aquellos con los que hemos tenido un trato más cercano y personal.
Lo recordamos de mejor manera ya que ese trato distinto con respecto
a otros profesores hace que esta situación sea mejor para el alumno
a la hora de trabajar en clase con ese profesor.
-”Al director lo aprecie mucho a finales de mi
etapa en el colegio ”.
-”Hablábamos mucho e incluso un día me llevo al
hospital porque me encontraba mal”.
-”La relación que tenía con esa profesora hizo
que me aplicará mucho más cuando antes no lo hacía”.
-”Era muy enrollado, e incluso jugaba al fútbol
con nosotros”.
-”Era como nuestro amigo, con él podías hablar
de lo que quisieras”.
La respuesta tanto de mis compañeros como la mía
es exactamente la misma. Este profesor/a es un “crack”. Es muy
bonito cuando ves que pasas esa barrera con el profesor y ves que la
confianza y el trato han cambiado con él.
Otra de las cosas por las que recordamos a
determinados profesores es por el tipo de carácter que estos han
tenido en sus clases. Según el carácter que tenga una persona esta
nos puede caer mejor peor. Si en clase el profesor mantiene un
carácter serio y estricto nos puede gustar más o menos que si este
tiene un carácter simpático y agradable en el aula.
-”En educación física teníamos a una maestra
muy estricta que nunca ponía ningún diez a nadie”.
-”Tenía un carácter serio a la hora de trabajar
pero a la vez era muy divertida”.
-”Su carácter era como el de un niño de nuestra
edad, lo que lo hacía uno más de nosotros”
-”Era muy divertido, con él siempre nos lo
pasábamos bien en clase”.
Es cierto que el que un profesor sea estricto no
hace que este sea malo explicando en clase, pero si creo que un
profesor simpático y agradable con los niños hace que en la clase
se respire un bienestar en el aula bueno para él alumno. Mediante
este, el alumno se pueda dar cuenta de que la escuela no es un sitio
desagradable sino todo lo contrario. Con esto no quiero decir que
para ser un buen profesor haya que ser gracioso, no todo el mundo es
gracioso, pero si creo que este debe aceptar el humor en clase ya que
este favorece el clima en el aula.
Otro factor importante que deben tener los
profesores es el de tener confianza en sus alumnos, sobre todo y con
más razón, en aquellos que no pueden y les cuesta más. La función
motivadora de los profesores en estos casos es fundamental. El alumno
que siente que no puede y que suspende aunque lo intente es el más
necesitado del apoyo del profesor. Es aquí cuando debe de actuar el
maestro poniendo toda su confianza en él, adecuando el material,
explicándoselo de otra manera y sobre todo haciéndole saber que
puede conseguirlo.
-”Siempre se me ha dado
mal el idioma, pero siempre ha estado encima de mí”.
-”Incluso me ayudaba a
la hora de hacer ejercicios”.
-”Me ayudó bastante a
superar el 1º y 2º trimestres”.
-”Confiaba en mis
posibilidades de sacarme el curso y me animaba a estudiar.
Estos son claros ejemplos
que demuestran que si el alumno cuenta con el apoyo incondicional del
profesor sus limitaciones y dificultades irían cuesta abajo y con
muchas más facilidades para superar los distintos baches que se les
puedan presentar.
Un profesor debe
reaccionar de manera correcta ante las diversas situaciones en el
aula. Tanto en una pelea como en un discusión el profesor debe de
mediar la situación. La reacción que este tome con los alumnos será
recibida de una u otra manera por estos mismos. Una mala contestación
por parte del profesor puede que al alumno no le siente bien y por
ello hay que buscar soluciones a esto y así lograr reaccionar bien
ante el alumnado.
-”Como alguien hablase,
el reaccionaba con un comentario mordaz”.
-”Por mucho que
trabajáramos, nunca nos ponía buena nota”.
-”Su paciencia era
inagotable, cuando le interrumpían el contestaba con algún
comentario gracioso”.
Es de apreciar como
profesores arreglan las situaciones en las que en clase todos hablan
con un simple comentario gracioso. Esto hace, que aparte de lograr la
atención de los alumnos después de que todos hayan escuchado el
chiste, pueda pedir silencio de una manera más clamada sin alzar la
voz después de que todos hayan captado su atención.
Otro punto que veo
importante y que hace que diferencie a algunos profesores de otros es
el simple hecho de mantener una naturalidad en clase, que el ser el
profesor, no significa que sea una persona a la que no puedas
contestar ni corregir algo. El profesor debe de hacer todo lo posible
por sentirse uno más del grupo, y que los alumnos lo vean no como
una figura de alto cargo, sino como un guía que esta ahí para hacer
todo lo que sea por llevarlos por el mejor camino posible.
-”No se sentaba en la
mesa del profesor que estaba encima de la tarima, sino ponía la
silla en el suelo y se ponía a nuestra altura”.
-”Cuando hablaba con
nosotros incluso utilizaba un lenguaje igual al nuestro”.
-”Incluso se venía a
hablar con nosotros al cuarto cuando estábamos de excursión”.
Esa naturalidad con la
actúan algunos profesores, o lo que es lo mismo, no se les ha subido
el cargo a la cabeza, hace que los alumnos sepan que es una persona
más con la que pueden hablar y pueden dirigirse con total
normalidad.
Por último vamos a
entrar en la metodología, pero no vamos a juzgarla como tal ya que
ese apartado es de mi compañero. Lo que si vamos a juzgar y a
valorar no es el tipo de metodología en sí, sino en que casos el
profesor intenta mejorarla o al contrario, es decir, si sigue
utilizando la misma aunque esta no sea en ningún sentido buena para
el alumno.
-”Con él siempre
hacíamos lo mismo, explicaba y hacíamos ejercicios. La verdad es
que no nos gustaba mucho“.
-” Algunas veces
dependiendo del libro, hacíamos teatros improvisados.”
-” E incluso algunas veces dejábamos de dar clase
y se ponía a hablar de algo que hubiera sucedido en la clase, algún
problemilla, cotilleo o curiosidad
Para el alumno lo mejor que puede saber de un
profesor, aparte de que vas a aprender con el, es el saber que con él
no te vas a aburrir. Lo que esta claro es que vas a recordar de por
vida al profesor con el que hacías cosas distintas, mientras que el
que da sus clases de una manera monótona, todo lo contrario.
3. CARACTERÍSTICAS DEL PROFESOR IDEAL
Tras haber visto situaciones en las que los
profesoras actuaban de forma distinta según su carácter, su manera
de apoyar al alumno, su manera de ser, su trato con los alumnos o su
manera de reaccionar intentaremos crear lo que sería nuestro
profesor ideal.
Gracias a las aportaciones de compañeros y su
opinión sobre ellas, podemos hacernos una idea de lo que puede
gustarle más al alumno y puede favorecerle más.
En
primer lugar, sería importante que dicho profesor tuviera la
capacidad de transmitir los conocimientos de la materia de una forma
clara y fácil de entender para el alumno, de modo que favorezca el
aprendizaje. Además, a la hora de memorizar los contenidos, será
también más sencillo siempre y cuando se complemente la explicación
con algún ejemplo que sea curioso, impactante o anecdótico.
En segundo lugar, otro aspecto de importancia es el "clima" en el que se desarrolla la clase, y por tanto, el proceso de enseñanza y aprendizaje. Para favorecer este proceso, considero que se debe partir desde la base del respeto. Conseguido esto, será posible introducir en las explicaciones un tono agradable y en el que se incluyan notas de humor, por decirlo de alguna manera. A mi juicio, en una clase en la que lo pasas bien, aprendes mejor, debido a que se presta mayor atención, se pone mayor interés y se combate el aburrimiento. Si el profesor es capaz de conseguir crear este "clima" o ambiente, hay más posibilidades de que la enseñanza tenga éxito.
En tercer lugar, es importante que un profesor pudiera llevar un seguimiento individual de cada alumno, ya que es obvio que la capacidad de aprendizaje de cada persona viene dada por características biológicas, en primera instancia, y por características sociales, en segundo plano. Es decir, depende de la inteligencia con la que nace cada individuo, pero también depende de la constancia, y las ganas de aprender de cada uno. Si el profesor consiguiera tratar a cada alumno individualmente y pudiera evaluar su progreso, a la hora de felicitar por un esfuerzo, o castigar por un desinterés, cambiaría la escala de puntuación clásica (de 0 a 10), ya que no solo se valorarían los conocimientos adquiridos, sino también la capacidad de aprendizaje de la persona. Ambos factores son igual de importantes para evaluar el desarrollo intelectual de una persona.
En segundo lugar, otro aspecto de importancia es el "clima" en el que se desarrolla la clase, y por tanto, el proceso de enseñanza y aprendizaje. Para favorecer este proceso, considero que se debe partir desde la base del respeto. Conseguido esto, será posible introducir en las explicaciones un tono agradable y en el que se incluyan notas de humor, por decirlo de alguna manera. A mi juicio, en una clase en la que lo pasas bien, aprendes mejor, debido a que se presta mayor atención, se pone mayor interés y se combate el aburrimiento. Si el profesor es capaz de conseguir crear este "clima" o ambiente, hay más posibilidades de que la enseñanza tenga éxito.
En tercer lugar, es importante que un profesor pudiera llevar un seguimiento individual de cada alumno, ya que es obvio que la capacidad de aprendizaje de cada persona viene dada por características biológicas, en primera instancia, y por características sociales, en segundo plano. Es decir, depende de la inteligencia con la que nace cada individuo, pero también depende de la constancia, y las ganas de aprender de cada uno. Si el profesor consiguiera tratar a cada alumno individualmente y pudiera evaluar su progreso, a la hora de felicitar por un esfuerzo, o castigar por un desinterés, cambiaría la escala de puntuación clásica (de 0 a 10), ya que no solo se valorarían los conocimientos adquiridos, sino también la capacidad de aprendizaje de la persona. Ambos factores son igual de importantes para evaluar el desarrollo intelectual de una persona.
Y
para dar por finalizado este artículo en el que se han puesto sobre
la mesa varios tipos de profesores y se ha intentado a partir de esta
base, crear un perfil ideal de un profesor. Y para resumir un poco
ese prototipo de profesor vamos a dar unas pautas en una escala de
mayor a menor importancia las cuales debemos de insertar seguir para
conseguir este objetivo de ser buenos profesores.
1º MUY
IMPORTANTE
-Piensa que todos sus alumnos son personas importantes, no los deja de lado por ninguna causa o situación.
-Se
desvela por ayudar a su alumno cuando lo necesite, le dedicará a
cada uno el tiempo que les hiciera falta.
-Admite
sus errores, no le importa equivocarse y que sus propios alumnos le
corrijan.
-Confía
en sus alumnos, les darán el apoyo necesario para que salgan
adelante en las situaciones difíciles (exámenes, castigos,
problemas, etc).
2º BASTANTE
IMPORTANTE
-Tiene
sentido del humor, y permite este en clase.
-Es
paciente, no salta a la mínima no con mucho alboroto.
-Es
fácil hablar con él y puedes tratar con él de la manera más
natural posible.
-Se
enorgullece de los éxitos de sus alumnos, tanto del alumno
aventajado que ha conseguido el 10, como del alumno que más le
cuesta y ha podido conseguir el 5.
-Tiene
tacto y consideración, sabe escuchar a los alumnos y aceptar
propuestas.
Se,
expresa claramente, no va con rodeos.
3º IMPORTANTE
-Es
firme, no es con unos más y con otros menos.
-Es
tolerante, no se da aires de autoridad en el aula.
-Lucha
por el derecho de los humanos, ya sea ante el jefe de estudios, el
director, o los propios padres.
4º NO MUY IMPORTANTE
-Es
entretenido, sus clases nunca son monótonas y sin dinámicas, sino
todo lo contrario.
-Es
intelectualmente brillante, lo que hace que te de la tranquilidad ya
que sabes que es una persona que sabe en todo momento lo que habla y
lo que explica.
-Nunca
levanta la voz o grita, sabe controlarse y no se altera en clase.
RECHAZABLE
-Nunca se enfada bajo ninguna situación, ya que sino sería un profesor que obvia a sus alumnos.
-Nunca cambia su manera de cerra, ya que sería un profesor de mente cerrada y no daría posibilidad al debate.
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